domingo, 31 de mayo de 2015

Botín de GUERRA

Terminan las elecciones en España. Un cambio político se cierne sobre muchas autonomías, que poseen competencias en materia de sanidad, empleo, etc. Será un cambio que conllevará otros muchos.

Antonio, responsable de una empresa de restauracion colectiva, se presenta ante la puerta de Modesto, Director Económico de un hospital público, que  posee varios servicios externalizados, entre ellos el de la restauración. Espera pacientemente en la puerta que refleja los primeros rayos de sol de la mañana mientras el olor de los pinos cercanos se cuela entre los ventanales de al lado. Ha llegado unos minutos antes de la hora fijada pero sabe que tendrá que esperar unos cuantos más, como siempre.

Modesto, a lo largo de varios lustros de dedicación y constante esfuerzo, ha sido un destacado protagonista en la mejoría de los servicios ofrecidos a los ciudadanos por parte del hospital en el que desempeña su labor. Ha observado cómo se han modernizado las instalaciones, se ha apostado por la investigación y por el desarrollo, ha supervisado el desempeño de las empresas contratadas exigiendo un mejor servicio cada año, ha dialogado y negociado con múltiples colectivos, ha participado activamente en acciones solidarias, jornadas de formación,  y un largo etcétera que podría resumirse como una excelente ejecución de su trabajo y el de sus colaboradores. Todo ello debió hacerse siempre con una reducción de los costes, especialmente en los últimos años y a pesar de que esto sería causa de acusación de empeorar el servicio a los ciudadanos por parte de muchos "cantamañanas" que desconocen que los recursos son siempre limitados. Está mal vista la eficiencia en el sector público, quizás porque algunos colectivos están más interesadas en su propio beneficio que en el de los ciudadanos, y no dudan en hacer mucho ruido y manipular constantemente y, a su antojo, a una destacada y furiosa ciudadanía, con la partidista colaboración de determinados medios de comunicación.

Antonio no ha tenido que esperar mucho esta vez, saluda a su interlocutor y discute algunos aspectos del servicio, como es habitual cada cierto tiempo. Una vez ha finalizado la reunión, prácticamente en la puerta, Modesto, se despide de una forma diferente, esta vez.

-Ha sido un placer trabajar con usted. Gracias por ser el principal partícipe de las mejoras producidas en el servicio de restauración del hospital. Posiblemente esta sea nuestra última reunión.

-¿Es tal la certeza del relevo en su puesto de trabajo? -Enseguida, da por sentado que así es -Es una verdadera lástima que un buen desempeño no sea valorado en los cargos directivos públicos y tan sólo se mida el color político de la chaqueta. ¡No debería ser así! Un nuevo profesional requiere de un tiempo en adaptarse y conocer su nuevo entorno de trabajo. En dicho periodo se cometen errores que siempre acaba pagando el ciudadano. El buen desempeño se debería premiar y, tan sólo, el mediocre debería propiciar estos cambios. Siempre debería producirse por razones profesionales y no por partidistas. ¡Es un lástima!

- Así es, pero la nueva fuerza que gobernará lleva mucho tiempo "sin tocar bola", y este cargo público es, para ellos, "botín de guerra".
 
¿Está mal vista la eficiencia pública? ¿Qué soluciones propone para un sistema más profesional?
 

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